A veces, tenemos que llegar –todos los caminos conducen a Roma– a esa frase que nos dice aquello de 'la realidad supera a la ficción'. Y cuando uno quiere escribir y está dando vueltas con varias cosas para contar, lo mejor, lo sabemos, termina siendo ir a la realidad.
Y, entonces, ahí estoy, en una comisaría del conurbano, haciendo una denuncia porque me rompieron la cerradura del auto en una YPF de Panamericana y me robaron algunas cosas –declaración llena de frases como "vió a un NN masculino que estaba en proximidades, quien pudo haber tenido relación o no con el hecho" o "ignorados, previo violentar la cerradura, sustrajeron..." y cosas así– y la cosa es que toda esta cuestión tarda más de una hora porque, en ese mismo momento, los agentes, al tener que liberar a dos pibes que estaban detenidos en la comisaría, se dan cuenta de que habían perdido la llave del candado del calabozo.
Sí, va de nuevo: se les había perdido la llave del candado del calabozo.
Sí, y con dos pibes adentro, obvio.
Y entonces, ahí estan los tres o cuatro agentes, con un manojo de llaves, jugando a abrir el cofre de la felicidad. A la escena sólo le falta Soldán, un feliz domingo a la tarde, diciéndoles "chiquilín, con la muesquita para la derecha".
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6 comentarios:
los agentes cursan redacción en la academia, no?
una hora nada más? buen tiempo! esa comisaría califica para los torneos Evita de toma de denuncias. NO creo que obtenga buen puntaje en preservación de llaves y afines. Espero que haya sido poco lo sustraído. Abrazo.
ana: afirmativo. el curso lo debe dar un masculino que puede ser experto en el tema o no.
sal: lo de la hora, puede ser que haya sido más. no sé. igual, no estoy contando el tiempo de ir de una comisaría a la otra porque ninguna se quería hacer cargo de unos tres kilómetros de la panamericana.
Evidentemente.
pd: ¡merecés un episidio de Policías en acción!
tenés que escribir más seguido. muy bueno.
pm: trataremos, trataremos. gracias!
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