tras los muros, oir se dejan

Siguen los martillos, mazas, taladros, radio, moladora. Y tenemos para un tiempo más, creo.
Pero cuando baja el sol, cuando ponemos un lindo disco para escuchar tranquilos, cuando nos preparamos un trago para empezar a terminar el día, cuando todo desacelera, cuando llega ese silencio de estas tardes de verano, sí, los volvemos a oir.
Ahí están ellos.
Ahí están sus voces.
Atravesando las paredes. O el piso, en este caso.
Siempre el mismo tono, se hablen entre ellos o le hablen a la nena o le hablen a la perra. Sea el día que sea, sea la hora que sea.
Esta vez es él, hablándole a la hija y con demasiada voz-de-fin-de-año: "sos una máquina de andar todo el día atrás tuyo".

5 comentarios:

S A L dijo...

debe ser la yapa, el bonus track, el extra. gracias por tu comentario en gusanosmetalicos

mato dijo...

si es un bonus track, ya son tantos que da para un disco entero...

y, sí, seguiré comentando en gusanosmetalicos

Pablo dijo...

Me encantó el haiku del vecino.
Saludos

Peccata Minuta... dijo...

la frase es más que interesante....

mato dijo...

pm: si al menos él estuviera tratando de llegar a algún tipo de iluminación... todo sería tan tan distinto.

dvec: el problema no es qué tan interesante sea la frase –que, sí, puede serlo– si no que no paran, no paran, no paran