dale rojo


Estoy leyendo Fiebre en las gradas, de Nick Hornby. Una muy buena novela, un muy divertido libro sobre fútbol, sobre ser hincha de un equipo, sobre una relación casi obsesiva con el fútbol y los jugadores y el equipo –primera línea: "Me enamoré del fútbol tal como más adelante me iba a enamorar de las mujeres: de repente, sin explicación, sin hacer ejercicio de mis facultades críticas, sin ponerme a pensar para nada en el dolor y en los sobresaltos que la experiencia traería consigo"–.
Y, esta semana, cuando faltan pocos días para saber si el Mundial es o no es para nosotros, estos días cuando el fútbol es, de alguna manera, el centro de muchas cosas, aquellos dolores y sobresaltos de los que hablaba Hornby, quedaron un poco de lado y miro por acá y, sí, ahí está, encuentro a este último sobreviviente de esos once muñecos que me regalaron cuando nací o cuando cumplí un año y le sonrío: qué linda es la semana cuando ganamos.

No hay comentarios: