a guardar, a guardar, cada cosa en su lugar


Cuando uno sopla las velitas, tendría que guardarse un deseo: poder hacer en el año alguna de las cosas que se puso en la lista-de-cosas-por-hacer-este-año.
Este año, después de prometerlo muchas veces, ordenar la biblioteca entró en los primeros puestos de la lista de hits.
Así que ahí, ya, se viene.
Pero va a ser una vez que sepa qué orden darle –¿por autor? ¿por colección? ¿por tema? ¿por color?– y cuando haga algún sistema para que Ana pueda encontrar los libros –cosa que no pasa con los discos: me di cuenta que el orden que tienen ahora es bastante incomprensible, por lo que ahora, ya, agrego a la lista-de-cosas-por-hacer-este-año: ordenar de nuevo los discos.
Sí, este año lo hago, te lo prometo.

8 comentarios:

Flor dijo...

perdoname, pero tu biblioteca así tal com se ve tiene TODA la onda.

mato dijo...

gracias!
a mí me gusta cómo se ve, sí, pero el otro día estuve horas para encontrar un libro que, estaba seguro, había visto el día anterior...

pero, bueno, ahí estará un desafío, entonces: ordenarla pero que siga teniendo el mismo aura

S A L dijo...

cuántos libros podés leer en el tiempo que te va a llevar ordenarla?

mato dijo...

ustedes dos se complotaron para que yo termine decidiendo no ordanar nada?

S A L dijo...

no hay pruebas de lo que se nos acusa.

mato dijo...

no, no hay pruebas, pero lo dijeron en la tele.

ana dijo...

doctor, desde cuándo no le importa el orden?

S A L dijo...

no es que no importe el orden, más importa el aprovechamiento de los recursos... cuánto tarda en volverse a desordenar? Con una teoría similar intentaba evitar bañarme en mi época adolescente...