una de cal, una de arena, una a los gritos


Martillos, mazas, moladoras, maderas, taladros, carretillas, radio AM, el Negro Oro, música silbada. Todo sumado a gritos de él, gritos de ella, gritos de la nena, ladridos de la perra.
Situación hoy, situación esta semana. Y va a seguir.
Me doy cuenta de que esto de vivir a metros de una obra –de una obra en la casa de ellos, además– hace ver los viejos sonidos –el de enfrente lavando el auto y pasando la aspiradora a los asientos, los perros que la de enfrente deja encerrados en el jardín de adelante, la salida de los chicos del jardín de infantes de la vuelta, la cancha de River (cuando River hacía goles, al menos), los loros (Sí, loros. No cotorritas. Loros. Grandes. Gritones. Verdes) que invadieron el barrio, los boy scouts que pasan cantando en filita, el camión de la basura, el karateka que entrena en la terraza de allá atrás, Aeroparque– como música.

pd: Y, no, ya lo probamos. Poner discos a todo volumen no ayuda mucho.

6 comentarios:

® Danila dijo...

somos vecinos??????

flo dijo...

Son terribles... yo en frente de casa tengo una q no me deja dormir la siesta los días q me quedo en casa XD terrible!

Saludetess*

S A L dijo...

Terrible. El Negro Oro lo peor. Que se acabe rápido... y la obra también.

mato dijo...

d: it's possible! muchas coincidencias y cosas que te suenana conocidas? esto es nuñez, barrio river, calle riccheri.

f: lo peor es que justo justo antes de que empiece esta obra, había otra un par de jardines más allá, así que venimos en continuado.

s: la obra, sí, me parece que tiene fecha de vencimiento. el negro oro, desgraciadamente, no estoy seguro.

® Danila dijo...

yes, somos vecinos nomas.

mato dijo...

y seguro nos cruzamos seguido! ahora, cada vez que me cruce con aguien voy a pensar "esa será danila?"